Esta tarde tuve un antojo: necesitaba ir a tomar un café en alguna tienda de "por ahí" con un rico pastelito. Le pregunté vía e-mail a mi mamá si quería ir y me confirmó que si. Excelente respuesta, por cierto.
Salimos del departamento caminando y, entre risas, conversaciones cortas y confusiones, decidimos por probar aquellos locales que se encuentran en la calle Príncipe de Gales de la comuna de la Reina. Cruzamos Monseñor Edwards y justo después de la Farmacia llegamos a una pequeña casa de dos pisos, toda cubierta de tablas de madera con un cartel Estilo Francés que decía: Ambigú: Un espacio para compartir.
Es pequeño, pero muy tierno. Imagínense el comercial de Té Supremo que dan ahora en la tele; la tienda tiene un estilo así. Juego de mesas y sillas de madera y pintado con blanco, mesón con muffins, tazas de té pequeñas y rollos de canela, atrás un estante con té, hierbas varias, café, teteras y tazas. Junto a un bowindow con vista a la calle, habían dos sillones y una mesa baja.
El lugar era tierno (y me encantan los lugares tiernos!) Pero para mi mala suerte, la cámara de mi celular falló y recién se me ocurrió apagarlo y volver a encenderlo cuando ya nos habíamos comido todo, así que las fotos que subiré serán aporte de mamá y hermana.
Mi mamá se pidió una once Emiliana, la cual tenía:
-4 triángulos de pan de molde tostado
-Mantequilla
-Mermelada
-Quesillo
-Galletas
-2 Panqueques
-Te, infusión o Café (ella pidió té)
Si, es mucho. Peeeero a un excelente precio: $2900. Si bien el pan y las galletas no eran nada fuera de lo normal, los panqueques estaban ricos.
Mi hermana también pidió un té, y un sandwich.
Y yo, cómo no, me pedí un Batido Mocca y un trozo de pie de limón. Debo decir que el pie de limón estaba muy rico: la masa muy suave y el merengue también muy sabroso (y a mi no me suele gustar mucho eso). Eso si, no fue "Wow, que bruto!", pero si muy rico. Y el Mocca, perfecto: nunca me habían servido un mocca en un vaso tan grande, como los de café helado. Su sabor era amargo (se notaba que era café) con un toque a chocolate (lo necesario), por lo que el toque dulce era a gusto. Me gusta esto, porque es rico beber un café amargo cuando comes algo tan dulce; se realzan los sabores.
Y lo que más interesa saber: estaba barato. Depende de lo que te pidas, pero para ser 3 personas y tomando en cuenta la gran once que pidió mi mamá, el precio lo valía.
También hay desayunos y almuerzos, por si se pasan por ahí y no quieren comer chatarra.
Dejo el dato:
Ambigú: un espacio para compartir.
Avenida Príncipe de Gales, 6756. Comuna de La Reina, Santiago de Chile.
Siempre he pensado que si tengo una pastelería, tendría cositas como esas. Le dan un toque vintage/tierno al lugar. |
1 comentario:
Jajajaja, y esa foto paparazzi de MI COMIDA!? xD Nunca me fijé...
A mi me encantó el lugar, pero puuuucha, el sanguche estaba medio desabrido, el pan quemado y había un ingrediente que no salía en la descripción de la carta: jamón serrano !!! ¬¬ y yo justo que estoy dejando de comer carne, por eso lo había pedido, porque no tenía carne.
Pero bueno, quizá son más ricas las cositas dulces, como lo que tú pediste!!!
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