Café Moro

¡Al fin en Santiago! 

A penas llegué, Sinclair me fue a ver a mi casa y me invitó a tomar una rica once. La verdad no sabíamos a dónde ir, y yo tenía ganas de caminar un poco, así que decidimos ir al Café Moro.

Lo teníamos pendiente hace tiempo. Yo ya había ido hace unos años con amigas, pero nunca tuve la oportunidad de llevar a Sinclair conmigo hasta ahora. Les contaré nuestra experiencia...

Café Moro debe tener alrededor de unos 5 años más o menos. La primera vez que fui me llevó una amiga y me gustó mucho. La segunda vez llevé a mi hermana y confirmé mi agrado. Esta vez debo decir que tienen que probarlo.

Yo me pedí un Café Latte frío y un Panqueque celestino:

El panqueque estaba realmente muy rico. La masita era muy suave y esponjosa, y el manjar estaba en su temperatura perfecta (al menos para mí). El helado que lo acompañaba, de Vainilla, tenía de verdad un sabor muy distinguido, y la crema también era muy suave. El Latte frío estaba perfecto para el día; fue como tomarse un frapuccino, pero sin tener que sufrir por los hielos y los dientes congelados. Además, estaba bastante suave en sabor y espumosito. El azúcar es a gusto.

Sinclair pidió una Once -o desayuno- Moro, la cual contenía un Café expresso, sandwich de miga jamón-queso y una copa de helado de dos sabores. 

Supongo que el café estuvo bueno, pues en ningún momento se quejó y se lo tomó todito. El Sandwich se veía delicioso, además de que realmente me sorprendió que el jamón no fuese una lonja delgada, sino que trozos en cubitos. También tenía esas papitas fritas de hilo que no veía hace mucho tiempo. Y en cuanto al helado, los sabores eran realmente los que debían ser: el pie de limón de verdad se sintió: ácido y dulce a la vez, como si estuvieses comiéndolo; el creme brulé también sabía muy bien y muy fiel al postre.

Lo mejor de todo, son los precioso: es muy barato para la calidad de la comida y el tamaño de éstos. Además atienden muy bien, nos saludaron en cuanto entramos y estuvieron muy atentos a las mesas.

Nunca me ha tocado estar ahí con mucha gente, y siempre que paso por fuera no se ve repleto. Es muy cómodo, el ambiente es muy agradable y queda en un muy buen lugar. De verdad se los recomiendo.

Para más información, visiten la página: Café Moro