lunes, 24 de septiembre de 2012

Cafecito #2

Mi delicioso Moca
Freddo Mall Costanera Center.

Después de un largo día de estudio, decidí ir a comprar una mica nueva para mi celular, y ya que el lugar estaba cerca del mall, fui a dar un paseo. Como es de costumbre, mi curioso amigo Sinclair fue quien tuvo la paciencia de esperar a que vitrineara, revisara con detalle cada cosa que tomaba y caminara de un lado a otros para volver a ver lo que ya vi.

Cansados y con hambre fuimos al quinto piso para buscar algo de comer y que no fuera chatarra, sino no valdría la pena comentar acá. Por suerte no nos rendimos y llegamos al Freddo. Nos sentamos y pedimos:
Sinclair se inclinó por una muy económica promoción de un café con leche, más dos medias lunas. Para su suerte, pudo cambiar el café con leche por un café cortado (también podía ser por un té). Yo pedí un Moca (of course) y un sandwich de jamón-queso prensado.

¿Comentarios? ¡Oh, por dios! ¡Qué rico!
Las medias lunas se veían preciosas, y por lo que me dice Sinclair, estaban blanditas, dulzonas y muy deliciosas, lo que se nota que son frescas. Y respecto al café... el grano era muy rico para la preparación, con el amargo justo y muy rico para beberlo sin azúcar. Debo decir que esto es realmente MUY importante para mi, pues este chico es muy exquisito con el café que bebe y confío al 100% en sus críticas.
Lo que es yo, más inculta, encontré que mi café estaba muy rico, aunque yo necesito agregarle un poco de azúcar (o endulzante en su defecto). Desde mi, digo que era rico porque, si bien con el endulzante se sentía dulce, en el paladar se sentía de todas formas el intenso sabor de café, café que además se notaba que no era en polvo ni de alguna marca "común". Y respecto a mi sandwich, primero decir que me llegó un plato exactamente igual en presentación que el de la foto: misma posición de los triángulos de sandwich y papas chips en el plato (estas papas no eran papas precisamente: eran distintos frutos, como berenjenas o pepino, transformados en un delicioso snack). El pan no era prensado, sino más bien tostado, crujiente pero blandito a la vez (curioso ¿no?). El queso jugoso y bastante generoso, y el jamón fresco y muy rico.

Como extra, cada café lo sirvieron con una pequeña bolita de helado. No sé si fue a modo de degustación, para endulzar el café en vez de usar azúcar -o para hacer más intenso el sabor del café-, o para limpiar el paladar. No importa realmente eso cuando el helado es tan rico.

Y la mejor parte, no fue caro; realmente vale la pena pasarse a tomar once.



De regalito les dejo una foto que me saqué. ¡Mi reflejo sale en la cuchara!


1 comentario:

Sinclair dijo...

"Luego le sirvió un pocillo de café, sin azúcar, como le habían dicho que lo tomaban los Buendía..."

Nada más rico que un buen café sin azúcar, para disfrutar de su sabor tal y como es.
Espero salir contigo de nuevo pronto. Hay muchos lugares que ver, y muchos cafés que probar.

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