Creo que el Parque Forestal será un lugar bastante recurrente en mis aventuras. A mi gusto, creo que esta ha sido uno de los mejores paseos "semi-organizado", pues esta vez estuve con la grata compañía de dos amigas muy queridas.
La verdad es que este paseo surgió por la necesidad de hacer un trabajo en terreno sobre el cómo los jóvenes se apropian del parque forestal como un lugar de encuentro, específicamente como un lugar para el "pololeo". Así que teniendo eso en cuenta, íbamos con la intención de observar el lugar.
Caminamos desde el GAM, pasando por Lastarria y por los Museos (Bellas Artes y MAC), visitando el caballo de Botero, hasta el Mercado Central (ahí vi una casa muy bonita que parecía castillo, con los detalles de fortaleza arriba y puerta de madera). Luego nos devolvimos (en compañía de un perro muy amistoso) por el mismo parque hasta el Museo de Bellas Artes, específicamente en calle Monjitas, para comprar los deliciosos cake pop's de los que hablé en un post anterior (aquí). Luego, como ya teníamos planeado antes, fuimos en busca del Café Tomodachi. Nos costó y dimos vueltas bastante locas, pero llegamos. Ahí nos pedimos lo siguiente:
Sinclair optó por probar el café de la casa, el cual tenía almendras, leche, crema y café. Vuelvo a reiterar su gusto por el café, y con esto puedo decir que lo que bebió era rico.
Yo quise probar y pedí un Café Moccachino Frambuesa y una porción de galletas que tenían salsa de frutilla y chocolate encima. El café estaba demasiado rico, muy dulce y con un toque muy bueno dado por la frambuesa. Las galletas de mantequilla estaban lo suficientemente blandas y crujientes. Muy rico.
Una de mis amigas se pidieron una "Tomopizzadachi" que tenía jamón, queso, palmitos y champignones, más un café, mientras que la otra pidió un jugo de Melón y un brownie con helado. Debo admitir que ese brownie se veía delicioso.
Nos sacamos unas cuantas fotos y después volvimos al parque, esta vez porque tenía que subirme a un columpio. Si, adoro los columpios y me encanta balancearme, aunque me den cosquillas en la guatita. Luego de eso, pues seguimos hasta la Fuente Alemana y después cada uno para su casa.
Si, fue un muy buen día. Cuando se está en compañía, cualquier día es hermoso.
Cositas curiosas del paseo:
-Yo no sabía, pero ahora si. En el parque, frente al MNBA, había un pequeño estante junto a una banca: la Biblioplaza. Me llamó bastante la atención, por lo que nos acercamos a preguntar qué era eso. Resulta que es para fomentar la lectura, y ese estante tiene todo tipo de libros (desde novelas, hasta libros de historia, revistas, periódicos, etc). Funciona de Martes a Domingo hasta las 18:00 y es gratis. Solo se tiene que dejar el carnet de identidad y leer el libro en el parque para devolverlo después. Debo decir que me gustó mucho esa iniciativa, y que ojalá se repitiera en muchos otros parques, con más libros y más puestos. Además, debe ser lindo donar libros para contribuir en la variedad.
-Los perros. No hay nada más lindo que los perros, y me encanta cuando son amistosos. La mayoría ahí son así, amorositos y cariñosos. Tienen sus casitas comunitarias en el parque y la protección de que quien les haga daño, ¡puede ser denunciado! Y con respecto a eso mismo, es muy entretenido ver cómo los perros de personas que los llevan a pasear sociabilizan entre ellos. ¿Quienes van al parque, los perros o los dueños?
Para datitos extras, el café Tomodachi lo encontré en esta página que tiene todo tipo de dato en el Barrio Lastarria: comida, panoramas, tiendas, teatros y cines, museos, entre otros. Página obligada para información turística. (click aquí)
Haré unos dibujos pronto, quizás para ilustrar un poco más lo que hago.
Saludos.
Haré unos dibujos pronto, quizás para ilustrar un poco más lo que hago.
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