Continuando con la caminata por Valparaíso, nos encontramos con carteles que indicaban la dirección de Cerro Alegre y Cerro Concepción respectivamente. Curiosamente cuando tomamos el camino al segundo, en su cartel individual nos indicaba que estábamos en Cerro Alegre... si estuvimos ahí, no nos enteramos.
Esta vez fuimos en busca de un lugar para comer... seguimos nuestro "instinto" y recorrimos el cerro sin saber muy bien a dónde ir. Llegamos de pronto a una esquina con dos cafés, una pastelería y muchos restoranes. Ahí estaba el Desayunador: un restoran-café donde sólo sirven desayunos -da lo mismo si es temprano o tarde para eso, ¡puedes desayunar dos veces en el día!. Pero lamentablemente teníamos antojos de dulces y no se veía de eso en la carta que tenían afuera, así que seguimos caminando sin rumbo cerro abajo, disfrutando de los murales.
De pronto nos topamos con un café que se llamaba "Café con Letras". Nos llamó bastante la atención y teníamos mucha hambre, así que entramos... Fue la mejor decisión.
El lugar no es muy grande, pero es muy acogedor por la madera, además está llena de estantes con libros para comprar y tenían una canasta de libro libre.
Como teníamos mucha hambre, pedimos lo siguiente:
Yo pedí una Once Café Con Letras que contenía: Un café espresso o Latte (yo pedí latte), un trozo de torta y un sandwich prensado jamón-queso. El trozo de torta que pedí fue el del brownie con chocolate.
Mi mamá pidió un café amareto con el mismo trozo de torta que yo. Mi hermana pidió un sandwich de tomates, quesillo y rúcula (creo o.o) con un toque de aceite de olvia y un café con aroma a toffe, y su pololo pidió un Pie de Limón.
Era todo muy delicioso y los precios no eran tan caros como me lo esperaba. Además, las porciones estaban bien para lo que costaba.
Luego de la once, seguimos bajando hasta llegar a la plaza donde nos juntaríamos con los hermanos del pololo de mi hermana (qué enredado xD) para ir de Karaoke!
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